viernes, 15 de octubre de 2010

La entropía...

Me viene a la mente la cara de Arazo, mi profesor de física... o del Villalba, de física y química, explicándonos qué era eso de la entropía: la entropía es una medida física del desorden. Todos los sistemas tienden a desordenarse, es una ley... o mejor dicho algo que pasa.

Cuando lo escuchaba, en el instituto, me parecía extraño. Si tú dejas una cosa así por qué va a tender a desordenarse por sí sola? pero debe ser cierto, porque con los años el desorden en algunas moléculas de mi Vida avanza.

Dónde quedó aquella Raquel ordenada que escribía los folios con sus lineas perfectas, en varios colores, impecables... porque si se equivocaba un poco lo repetía?

 Voy al diccionario, mejor dicho a la wikipedia, que para eso estamos en los tiempos de la tecnología y dice: La entropía, coloquialmente, puede considerarse como el desorden de un sistema, es decir, cuán homogéneo está el sistema.

Ahora lo entiendo! la entropía no se debe crear ni destruir, como la energía, sino q se transforma. Por tanto la entropía que yo tengo en mi sistema (suma de alma, cuerpo, cabeza y corazón) ha sido siempre la misma pero ha ido manifestándose en unos u otros compartimentos. Antes, cuando era tan ordenadita en lo externo tenía toda la entropia (el desorden) dentro!! :) y ahora creo que es al revés.

Sigo leyendo: La variación de entropía nos muestra la variación del orden molecular ocurrido en una reacción química.

Vaya! así q la entropía puede cambiar... será q la mía ha cambiado? si lo ha hecho fue después de esa reacción química q yo decidí tener conmigo misma, con el mundo, con el aire que me rodeaba.

Ahora no escribo tan recto, dan igual los tachones, no dejo mi armario ordenado al máximo, de hecho la parte de la casa que más entropía tiende a tener es mi habitación, y más concretamente la silla sobre la que voy dejando la ropa... sin embargo, el orden supera a los pequeños momentos de desorden en mi interior.

Seguramente si la entropía no hubiera pululado durante tantos años a mi alrededor, en lo externo, no habría sido capaz de visitar mi alma. :)

Creo que he encontrado la explicación. Quizá no es ésa, pero a mí me sirve.

Y yo que pensaba que las clases de física no me servirían para nada... ;))

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