Hay un universo de pequeñas cosas

Has tenido alguna vez una pasión? Un sentimiento tan fuerte hacia alguien o algo que iba más allá de lo que tu mente pudiera decirte, más allá de lo cerebralmente permitido?. Eso que te ha hecho pensar locuras, y de vez en cuando hacerlas. No sé… una atracción fatal que incluso te ha alienado, pero que sobretodo te ha hecho sentir, con mucha fuerza, con mucha intensidad.

Yo definiría mi pasión como algo que me ha hecho sentir viva, algo que ha hecho que millones de emociones pulularan por mi barriga, por mi pecho, por mis brazos, por mi mente… algo que se ha ido transformando con los años, conmigo… pero que nunca ha perdido su esencia, ni su punto de locura. Y eso es lo que me gusta.

Yo te explicaría mi pasión como algo íntimo, a pesar de verme obligada a compartirlo con otros seres vivientes en recintos abarrotados de gente, aparentemente como yo.

¿Cómo te lo explicaría? Lo más gracioso de todo es que he sido yo la que ha decidido contártelo, y ahora me veo atrapada sin saber bien cómo hacerlo… traviesas palabras!! a veces tan simpáticas y otras… otras tan esquivas!

Resulta que mi “algo”, mi pasión, tiene nombre y apellidos. Y resulta que son mundialmente conocidos. Sí, es una persona famosa. Pero qué poco me gusta llamarlo así. No pega nada, no tiene nada que ver con lo que quiero expresar. Borremos esas dos palabras.

Resulta que es alguien que nació para trasmitir a través de una nota, de un acorde, de una canción. Resulta que es alguien que tiene la capacidad de "tocar la delicada fibra de la que está hecha el alma” de miles de personas. Sólo unos pocos nacen con ese don; y sólo unos muy pocos saben manejarlo, cultivarlo, cuidarlo y trabajarlo hasta conseguirlo. Y sólo unos excesivamente pocos saben mantenerlo en el tiempo.

Las pasiones son irracionales, son totalmente viscerales. Por eso todas las líneas que hoy escribo carecen de sustancia, y me parecen tontas, vacías. Porque mi pasión, por más que quiera, es inexplicable. Creo que sólo hay una forma de empezar a entenderla. Si quieres, yo te invito a compartir uno de esos momentos conmigo. Quizá haya que esperar un tiempo, pero no lo olvides:

estás invitad@!